Reseña Una canción para Lya (Ciencia Ficción I) - George R. R. Martin

29.12.17




Antes de vender millones de ejemplares y cosechar fama mundial por la saga Canción de Hielo y Fuego, George R. R. Martin publicó cuentos y novelas de fantasía, terror y ciencia ficción.

Gracias a sus extraordinarias dotes narrativas y su capacidad magistral para crear mundos y personajes, se ha ganado el respeto de los lectores y la ovación de los jurados de los premios Hugo, Nebula, World Fantasy Awards y varios más.

La novela breve que da título a este volumen, acreedora al Premio Hugo en 1975, Una canción para Lya, nos traslada al universo de una pareja de telépatas que intenta descubrir el secreto de la aparente falta de evolución del pueblo shkeen y su fervor a los greeshka, un mortífero parásito; mientras tanto, su relación y el amor profundo que siempre se han tenido parecen estar en riesgo.

Junto a Lya, esta edición incluye una vista panorámica del universo de mundos extraterrestres creados por el autor, como El segundo tipo de soledad y Con la mañana se pone la niebla.



Una canción para Lya es la primera parte de una recopilación de relatos de ciencia ficción que ha escrito George R.R. Martin. Contiene nueve relatos, donde mezcla mundos apocalípticos y escenarios de otros planetas para contar sus historias. Algunos de los relatos que más puedo destacar son:

La neblina se pone por la mañana, un relato ambientado en un planeta llamado El Mundo de los Espectros. La historia es narrada del punto de vista de un periodista y podemos leer el asombroso mundo que es desde sus ojos, a la vez que intentamos encontrar una postura: ¿es mejor la verdad o el misterio y asombro para el hombre? Estas posturas son defendidas por Sanders, propietario del Castillo de las Nubes (hotel en el Mundo de los Espectros) y Dubowski, un científico que se encuentra en el planeta para demostrar su hipótesis y según él, “liberar el planeta”.

Por un solo ayer está relatada por Gary, un hombre que vive con un grupo de personas en una comunidad, sobrevivientes de alguna especie de apocalipsis. Su historia gira en torno a Keith, el músico de la comunidad que realiza “viajes en el tiempo” gracias a un medicamento para ver nuevamente recuerdos y que conmueve por el dolor que se percibe de vivir de recuerdos.

Una canción para Lya, que muestra el terror ante la soledad, la dualidad entre la felicidad y el dorlor que provoca el amor y el sentimiento de abandono de no poder conectarnos con otros seres humanos (el relato más largo y el más melancólico, triste y hermoso de los que existen en el libro).

Y Ni las llamas multicolor de un anillo estelar con Esa otra clase de soledad, relatos que parecen dos historias de un mismo universo y que además, nos muestran distintos tipos de soledad y obsesión con la “nada” y la locura que esto puede acarrear.

En general los relatos me han gustado muchísimo, son cortos y se pueden leer muy rápido. A diferencia de muchos otros relatos de ciencia ficción, las historias de Martin me han dejado casi todas una enorme sensación de melancolía y tristeza, como si sus protagonistas hubieran perdido algo y no lo pudieran recuperar o no supieran como. Como mencioné en el detalle de las historias, la pérdida del amor y la soledad también son temas muy comunes.

Recomiendo la lectura de esta recopilación y del que le sigue, Viajeros de la noche, por la profundidad de temas humanos que toca en tan poquitas páginas y la variedad de escenarios que puede crear (aunque no usa demasiadas descripciones de los lugares, se los puede imaginar a la perfección).

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